¿Por qué un blog que no es un blog?

…cuando le preguntaban a Marcel Duchamp que cuáles eran los mejores dibujos que había visto en su vida, …él siempre decía que eran, sin ninguna duda, los que le dibujaba, siendo niño, …su hermano Jacques Villon, en el aire con el dedo…

Miguel Ángel García Hernández

Hay una serie de exigencias que se imponen a las personas que nos dedicamos al arte. Son imposiciones que vienen de lugares diferentes. Por ejemplo de la estética; pero también de la política y el mercado, por mencionar algunos. Estas exigencias influyen de forma directa en nuestros modos de hacer y de relacionarnos lxs unxs con lxs otrxs. ¿Cómo? Pensemos en la exigencia de visibilidad que impone el mercado. Esta exigencia se materializa no solo en las estrategias publicitarias que diseñamos para impulsar la circulación de nuestros trabajos, sino también en las formas que adoptamos para hacernos aparecer. Dichas formas y estrategias para nada están disociadas o son autónomas de nuestras estéticas. Más bien se determinan, se influyen las unas en las otras, se contaminan. 

Habría, entonces, que tomar una postura respecto a estas exigencias. Imponer un marco a la imposición misma.

En nuestro caso, cuando la exigencia de visibilidad llegó a nosotrxs a manera de página web, nos preguntamos qué forma tendría que adoptar, qué albergaríamos ahí, y si sería simplemente un espacio para publicitar nuestro trabajo o podría funcionar también como otra cosa. Fue cuando se nos ocurrió la idea de insertar un blog que sirviera como línea de fuga a la imposición de mercado, y permitiera otras zonas de relación con los procesos que llevamos al interior del laboratorio. No queríamos que la página funcionara simplemente como escaparate, sino también como medio para compartir nuestros ritmos de pensamiento, nuestras preguntas e inquietudes, pero también nuestras intuiciones para, en el mejor de los casos, ponerlas en común.

Dos imágenes nos servirán de guía para la conformación de este espacio. 

  • Una es la figura del cuaderno como lugar que permite el diálogo íntimo con unx mismx y donde todo cabe, donde no hay discriminación de ideas; lugar periférico y caótico que «[a] diferencia del arte, que siempre es fuente y fruto de una minoría, un eje de distinción…, el cuaderno es el lugar donde todos podemos estar y ser todos en común» (Miguel Ángel García Hernández).
  • La otra son los pressentiments de Espai en blanc: pequeñas intervenciones gráficas y multimediales que dan cuenta de pensamientos e ideas inacabados, que no se articulan solamente como discurso sino también como sensación, gestos que intentan decir «algo que en el momento en que está apareciendo, en que está emergiendo, en el que lo estamos presintiendo, se le puede dar ya una forma para ser compartida» (Marina Garcés).

Dos imágenes que perseguir para una misma huída. 

Aún no sabemos bien qué cuerpo adoptará este espacio o si funcionará siquiera (otra de las maneras que asumió la exigencia fue un perfil de Instagram que abrimos para dar cuenta de nuestras investigaciones, y ahí vamos muy mal), pero queremos ponerlo en marcha e intentarlo.

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